(Del griego scaphê = barca y podos = pie)

Es una pequeña clase de moluscos que sólo incluye unas 350 especies. Llama la atención la especial forma de la concha, un tubo abierto por delante y por detrás, que recuerda, con su forma arqueada, un diente o colmillo de elefante. De ahí que sean conocidos por el vulgo como colmillos de mar o dentalios. Alcanzan entre 2.5 y 12 cm de largo.

La superficie de la concha suele ser blanca y lisa, o estar dotada de costillas longitudinales, y su sección transversal es generalmente circular. El lado interior de la concha está revestido por el manto, que deja libre del lado ventral, una cavidad paleal tubular que puede estrecharse en ambos extremos por la presencia de músculos anulares que actúan como diafragmas. Unas crestas ciliadas producen en ese tubo una corriente continua de agua, que entra por el extremo anterior y sale y sale de la cavidad paleal por posterior. Su pie catiloforme le sirve para excavar en las capas arenosas del fondo del mar, que constituyen su hábitat.

Sobre el pie aparece una especie de cabeza reducida a un tubo bucal, en cuya base se sitúan los captáculos, unos delgados tentáculos viscosos, mazudos en sus extremos, que le sirven para capturar sus pequeñas presas animales en los huecos existentes entre la arena del fondo. Extiende los captáculos, y después de atrapar a la presa, los retira rápidamente, llevándoselos hacia la boca. Los escafópodos se alimentan de foraminíferos, cuyas conchas trituran con la rádula situada en la cabeza. Una vez “pacido” un paraje, el diente de elefante busca un cazadero nuevo.

El tubo digestivo, tras un estómago, comunicado con el gran hepatopáncreas se vuelve hacia adelante y desemboca en la cavidad paleal. Junto a él se encuentran los riñones a los que van a parar los productos de las gónadas, ya que los riñones y éstas tienen un conducto de salida común. El corazón carece de aurículas y no hay sistema vascular.

No es el corazón el que impulsa la hemolinfa, sino uno movimientos rítmicos del pie. El sistema nervioso se compone de varios ganglios unidos entre sí. La respiración se efectúa a través de la superficie del manto.

Los escafópodos tienen sexos separados (son dioicos). Liberan en el agua el esperma y los huevos; de estos sale una larva pelágica ciliada que, pasando un tiempo, se va al fondo y se convierte en un molusco típico. Crecen a lo largo de toda su vida desechando siempre, conforme van creciendo, el extremo delgado de la concha.